jueves, 29 de octubre de 2009

Tú eres otro, yo también (Matos, Frontal)






LOLA
Tu eres otro, yo también,
Que el tiempo no pasa en balde.
Vamos a no echar más cuentas,
Anda y que Dios te acompañe.
Yo voy por otra verea
Y no preciso de nadie.

CURRO
A ti te pierde el orgullo,
¡Ven y dímelo en la cara.!
Que ya se te han olvidao
Los besitos que me dabas.
Yo aquí los tengo clavaos
Y nadie me los arranca.

LOLA
¿Curro a qué vienes?. ¿Qué quieres de mí?
Dime, ¿a qué precio te irías de aquí?

CURRO
Te engaña tu orgullo.
Dinero me sobra pa comprarte a ti.
El alma me parte llegar a mirarte
Como ahora te vi.
Soñaba con verte pa ver si tus ojos
Me daban la muerte que tanto pedí.

LOLA
Si muerte esperabas ¿por qué me buscabas?
Tú quieres morir, ¡yo vivir!

CURRO
Al derramar en la tierra sus rayos de sol,
Supe de ti y en mi pecho un puñal se clavó.

LOLA
Nunca creí que pudiera volverte a encontrar,
Me equivoqué, y ojalá no me llegue a pesar.

CURRO
Espuela a mi jaca daba,
y al fin, mujer, te encontraba.

LOLA
¡Y al verte delante e mí,
Siquiera me estremecí!

CURRO
¡Ah! Adivinar que aquí estabas debí,
Porque el sol daba más luz y la sierra su olor.

LOLA
Muerto está aquel querer
Que de aquí para siempre arranqué.

LOLA
¡Curro, déjame ya!

CURRO
¡Óyeme en caridá!

De aquella mujer,
A quien di con mi sangre mi vía,
En mi alma toavía
Se enciende el maldito querer.
Por ella maté,
Como un lobo en la sierra acosao,
Por ella espreciao,
Con sangre lloré.
Por ella viví,
Y en su boca, que amores juraba
Y luego engañaba,
Veneno de amores bebí.
Ya ves si será de ley mi querer,
Que esa boca quisiera besar otra vez.

LOLA
Lo que ha sío ná me importa,
Tú eres otro, yo soy otra.
A qué causas tu porfía
Si aquel fuego ya es ceniza.
¡Ah! Déjame ya escoger mi camino,
Que agua pasá ya no mueve molino.
¿Quieres morir? ¡Eso tu allá!
¡Déjame a mí la libertad!

CURRO
¡Calla ingrata,
Que se afila en tus palabras un puñal!
En mi camino te vuelvo a encontrar.

LOLA
¡No te fui yo a buscar!

Aquella mujer,
Otro cauce ha marcao a su vía,
Y mira extinguía
La llama que ardió su querer.
Mis pasos sembré,
Del olvío que en mi alma ha cuajao,
Crecer he dejao a mis alas y libre volé.
Alegre reí,
Y aunque a hieles quizás amargaba,
Mi boca cantaba,
Y penas y llantos vencí.
Tocante al querer,
Mi capricho ná más es mi ley.
Aquella mujer,
Otro cauce ha marcao a su vía,
Y mira extinguía la luz del querer.

CURRO
De aquella mujer,
A quien di con mi sangre la vía,
En mi alma toavía
Se enciende el maldito querer.
Por ella maté,
Como un lobo en la sierra acosao,
Por ella espreciao,
Con sangre lloré.
Por ella viví,
Y en su boca, que amores juraba
Y luego engañaba,
Veneno de amores bebí.
Ya ves si será de ley mi querer,
Que esa boca quisiera besar otra vez.
De aquella mujer,
A quien di con mi sangre mi vía,
En mi alma toavía se aviva el querer.

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